Reivindicación de las mujeres en la Literatura

En la antigüedad, las mujeres fueron consideradas como “seres inferiores” por naturaleza y por ley. En tiempos de Jesús de Nazaret, las mujeres apenas si tenían derechos…

En mil setecientos y tantos, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, conocido por ser uno de los pensadores más amargos y pesimistas, catalogó a las mujeres como “criaturas de cabellos largos e ideas cortas”… En fin, podríamos citar aquí infinidad de ejemplos en los que la mujer se ha visto marginada.

Son muchos los escritores que han dejado volar su imaginación para dar forma a sus personajes. Algunas veces, inspirados en la propia realidad, fueron desarrollando sus trabajos de pluma con tal destreza que han quedado guardados en la memoria y en el corazón de sus lectores. Es un hecho que la literatura ha creado los más desaventurados, los más intensos y los más apasionados romances. La poesía ha descrito los sentimientos más profundos y en afán de exaltar las pasiones y sentimientos provocados por las mujeres, la literatura se ha centrado en el papel de la mujer como amante, como madre o esposa, pero a final de cuentas, se ha olvidado de sacar a la luz el papel tan relevante que han tenido las mujeres en cada época.

Afortunadamente, el mundo literario también cuenta con creaciones que han reivindicado la siempre precaria dignidad de las mujeres. Se han escrito páginas en las que se intenta reconocer merecidamente la huella tan importante que han dejado las mujeres en la historia. Páginas que intentan acercar al lector a las figuras femeninas que lucharon contra sociedades opresoras que quisieron coartar su papel por el simple hecho de pertenecer al género femenino.

Es imposible dejar de reconocer que las mujeres que se han dedicado a escribir (desde la mítica Safo de Lesbos hasta la siempre excéntrica Virginia Wolf y muchas otras), son las verdaderas heroínas que lograron con sus propuestas literarias y ensayos otorgar el tan merecido reconocimiento a las mujeres que se enfrentaron y que se enfrentan a las aún vigentes sociedades opresoras que las relegaron por su condición femenina. No obstante, bajo el precepto que “la igualdad es una lucha de todos”, hay dos escritores contemporáneos que dignificaron el papel de la mujer en la sociedad con magistral destreza y cuya obra completa es altamente recomendable:

Comencemos con el gran maestro, y sin temor a equivocarme, uno de los mayores artesanos del lenguaje y narrador oral por excelencia, Eduardo Galeano. Sus relatos en la obra “Mujeres” nos cuentan la intensidad de la vida de mujeres que cargaron con el peso de una causa como Juana de Arco así como de mujeres que cargaron con el peso de su belleza como Marilyn Monroe. Además, Galeano nos cuenta las hazañas colectivas de mujeres anónimas, las que lucharon en la comuna de París, las heroínas de la revolución mexicana, las mujeres que en la Patagonia argentina se negaron a atender a los soldados que habían reprimido a los obreros. Es una excelente recopilación de experiencias de las mujeres que nunca se resignan.

Y por otro lado, tenemos al novelista histórico y ensayista mexicano Eugenio Aguirre que en su obra “Marieta, no seas coqueta” tiene la intención de dar a conocer a las guerreras que aparecen en canciones, cintas y novelas, que se creen ficticias, pero que fueron de carne y hueso. Ubicado históricamente en el tiempo de la Revolución Mexicana, esta obra entrecruza la realidad con la ficción para dar forma a un relato cargado de pasiones sobre una mujer liberar que disfrutaba con la misma intensidad el sexo y las armas. Aguirre, siempre convencido de la labor que desempeñó el sector femenino en la lucha revolucionaria, muestra a la mujer no sólo en el plano bélico de la época, sino también en el intelectual, ya que es por ese tiempo que comenzaba a anunciarse el deseo de las mujeres mexicanas por incorporarse al movimiento reivindicatorio femenino mundial.

No debes dejar de leer a estos dos autores, ambos, con un muy particular estilo, son amenos, profundos en sus críticas, ambos comprometidos con la sociedad y los derechos humanos, y cualquiera de sus obras te dejará un muy buen sabor de boca.