La autoexploración de senos para detectar cambios

Un hábito que puede salvarte la vida es  conocer tus senos y para eso no hay nada mejor que la autoexploración mensual para detectar a tiempo cualquier cambio.

La autoexploración deberás hacerla con los brazos a los lados, las manos detrás de la cabeza, los codos y hombros ligeramente hacia adelante y con las manos en la cintura.

Consiste en observar y tocar tus senos frente a un espejo o mientras te bañas. Se deben buscar cambios en la superficie, forma y tamaño de la piel. Hay que checar enrojecimientos,  hundimientos, inflamaciones o ulceraciones. Tanto de pie como acostada en la cama se deben buscar bolitas, zonas dolorosas, abultamientos o consistencia diferente al resto de la mama y de igual forma hacerlo en la axila. Con la mano derecha en la nuca, usa la mano izquierda para tocar el pecho derecho y apretar el pezón para ver si hay salida anormal de líquido.

Lo recomendado es explorarte 7 días después de la menstruación y si ya no reglas hacerlo en un día fijo del mes; lo más importante es hacerlo periódicamente, conocerte e informarte y saber lo que es normal y cómo se sienten tus mamas dependiendo del periodo del mes, incluso si estás embarazada.

La mayoría de los cambios en las mamas no son causados por cáncer, pero si notas algo diferente, es importante visitar a un médico para que valore la necesidad de mandarte a realizar estudios que descarten el padecimiento.