Nuestro cuerpo responde a la forma en cómo lo cuidamos, actuamos, sentimos o pensamos. Esta es la conexión cuerpo / mente. A veces cuando estamos estresados, ansiosos o enojados, el cuerpo trata de decirnos que algo no se encuentra bien.
Después de un evento estresante como la pérdida del trabajo o la muerte de un ser querido, podemos desarrollar ansiedad, una colitis, úlcera estomacal o tener la presión arterial elevada.
Para ayudar a tener mejor control de nuestra salud es importante reconocer nuestras emociones y comprender por qué las estamos generando. Los pensamientos son muy importantes ya que a través de ellos es que se generan nuestras emociones.
Cuando perdemos el control de nuestros pensamientos y nos angustiamos, muchas funciones básicas del cuerpo pueden llegar a deteriorarse, lo que causa que nos enfermemos tanto física como mentalmente
La ciencia se ha dado a la tarea de investigar el funcionamiento del cerebro por medio de escáneres que nos muestran cómo los centros emocionales del cerebro nos incitan a un sinfín de cambios orgánicos, hormonales y eléctricos en nuestras células.
Cada emoción nos predispone de un modo diferente a la acción, se integran en el sistema nervioso y llevan al cuerpo a un peculiar estado de estrés o relajación que se asimilan en el cuerpo como “perturbación orgánica” que desencadena síntomas de una respuesta hormonal y nerviosa del cuerpo.
Nuestras perspectivas personales crean códigos en nuestras células que provocan que el cuerpo manifieste salud o enfermedad. Si tenemos pensamientos o formas de ver la vida negativas, limitadas o poco conscientes, la enfermedad se manifiesta con mayor facilidad.
La manera de iniciar un proceso curativo va más allá de hacernos conscientes de nuestras emociones, hay que adentrarse en los pensamientos inconscientes y trabajar en los cambios emocionales, esto se puede lograr con terapias cognitivo conductuales.
También hay otras opciones que pueden ser de utilidad como abordar nuestra salud desde diferentes perspectivas, ya sea el punto de vista alópata, psicológico o incluso espiritual, lo que nos permitirá ayudar a los procesos de reestructuración y sanación que poseemos.
Al encontrar la armonía corporal interna, también se reducen las manifestaciones a nivel externo. Es indispensable incrementar el interés propio y activar las capacidades corporales e intelectuales que tenemos.
El flujo energético del cuerpo y la repercusión de su desequilibrio ha sido comprobado científicamente. Por ello es menester reflexionar acerca de las distintas opciones que existen para poder cuidar y sanar nuestro cuerpo.