La Provenza es una región ubicada en el sureste de Francia. El estilo provenzal es un estilo de decoración que se puede definir como un rústico ligero o light que toma elementos de decoración de otros estilos como el vintage, el clásico o el shabby chic. Se caracteriza principalmente por la sencillez de sus ambientes, con el blanco como color principal.
Tiene su origen en la adaptación que se hizo para las viviendas campesinas de esta región del mobiliario de la corte francesa del siglo XVII. En el siglo XIX e inicios del XX, la Provenza se convierte en un lugar de moda por su clima y paisajes, atrayendo a artistas como Van Gogh y Gauguin. Los interiores de sus casas y mobiliario pasan también a ser imitados y se empieza a hablar de un estilo.
Los muebles deben ser ligeros, fabricados en madera o hierro, y con un aire rústico. La naturaleza es una de las principales fuentes de inspiración. También es importante destacar la importancia que se le da al valor de lo antiguo en el estilo provenzal. Así, también las imperfecciones de materiales hechos a mano son muy bien acogidas para completar este estilo.
El estilo provenzal se inspira en las casas de campo de la Provenza francesa con interiores cálidos y acogedores en las que los materiales puros, las tonalidades claras, las líneas simples y los muebles envejecidos son los protagonistas. El uso del color blanco y los tonos relajados hacen que la iluminación sea el principal atractivo de este estilo.
El estilo provenzal incluye objetos y productos hechos a mano: los jabones, la loza, la porcelana, los tejidos de algodón y de lino, los perfumes... Una imagen muy autóctona de la Provenza son los campos de lavanda y sus olivos, por lo que su color y su fragancia son perfectos para una casa que busque este estilo decorativo. La lavanda se puede colocar por toda la casa o el jardín, colgada o en floreros, plantada o adornando la mesa, así se llenarán los ambientes de color y aroma y se conseguirá un ambiente campestre maravilloso.