El Palacio de Bellas Artes en México se encuentra en el Centro Histórico de la ciudad y con su marcado estilo art nouveau-art decó, es uno de los recintos más importantes y representativos a nivel internacional. En 1901 se decidió que se situaría a un costado de la Alameda Central. Su construcción data de 1904 y fue inaugurado en 1929 a cargo del arquitecto Adamo Boari sufriendo distintas intervenciones a lo largo de los años.
El espacio alberga la sala principal, la Sala Manuel M. Ponce, la Sala Adamo Boari, el Museo Nacional de Arquitectura y el Museo del Palacio de Bellas Artes.
La sala principal es el espacio que ha sido testigo de miles de espectáculos a lo largo de 84 años. Relevantes artistas mexicanos y de todo el mundo han pisado la Sala de espectáculos del Palacio de Bellas Artes, la más importante del país, y reconocida a nivel mundial.
Entre todos los elementos de valor cultural que encuentras en el Palacio, algo que no puede pasar desapercibido es su Sala Principal. En ella, encontrarás su gran cortina de cristal, la cual contiene cerca de un millón de piezas de cristal opalescente, de 2cm cada una; siendo el motivo de su decoración los legendarios volcanes que enmarcan el Valle de México: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. El paisaje es el mismo que podía admirarse desde las ventanas del Palacio Nacional a principios del siglo XX.
Basado en la idea original del arquitecto Adamo Boari, el artista húngaro Géza Maróti ejecutó un primer proyecto para su elaboración, en 1908. Sin embargo, Harry Stoner, diseñador de escenarios y pintor, fue quien lo concretó.
El motivo principal de su construcción era crear un telón protector contra incendios, lo que era una de las grandes preocupaciones de esa época. La cortina de cristal fue mandada a elaborar por Boari a la Casa Louis C. Tiffany de Nueva York, donde fue exhibida antes de ser enviada por barco a la Ciudad de México.
Otra de las majestuosas obras decorativas que se encuentra en el interior de la Sala se localiza en su techo, si miras hacia arriba, podrás ver en lo alto un plafón transparente, el tema de la composición que lo adorna es el Olimpo, en él se ve a Apolo, rodeado por las nueve musas. Este vitral fue creado por el artista Géza Maróti.
En la Sala se puede disfrutar de la ópera, la danza, la música sinfónica, recitales, homenajes y más. Su capacidad es de 1396 personas, distribuidas en palcos, lunetas y galerías.
La Sala Manuel M. Ponce es un lugar donde puedes presenciar recitales, ciclos de lectura, homenajes y muchas más actividades que están pensadas para esta sala. Es un lugar íntimo, tanto que te hace sentir como en casa. Cuenta con instalaciones eléctricas y de sonido de alta calidad para los programas que se presentan. Tiene un aforo de 245 butacas listas para que disfrutes de los mejores eventos.
La Sala Adamo Boari es la sede ideal para eventos de talla nacional e internacional. Cuenta con un aforo de 156 personas. En ella se presentan ciclos de lectura, coloquios de arquitectura, presentaciones editoriales, conferencias de prensa, presentaciones de discos y más.
Ubicado en el tercer nivel del emblemático Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arquitectura fue concebido como un centro de documentación y divulgación para el estudio y conocimiento de la arquitectura mexicana, monumentos artísticos y espacios urbanos, propiciando un apoyo fundamental en la promoción y difusión de sus valores patrimoniales y culturales.
Promover estos valores de las diferentes corrientes de la arquitectura mexicana contemporánea e internacional es una de las tareas de este museo. Es una manera de contribuir al conocimiento y comprensión de aquello que se considera digno de preservación lo que permite la continuidad cultural.
Inaugurado bajo el nombre de Museo de Artes Plásticas, el 29 de noviembre de 1934, el Museo del Palacio de Bellas Artes fue el primer museo de arte en México, es decir, el primer recinto cultural dedicado a exhibir objetos artísticos para su contemplación. En su acervo se incluían piezas desde el siglo XVI hasta los murales de 1934 de Diego Rivera y José Clemente Orozco, así como una sala de escultura mesoamericana, otra de estampa mexicana y un Museo de Arte Popular, que albergaba la colección de Roberto Montenegro.
En este recorrido virtual que ofrece podrás adentrarte detalladamente en todos los detalles de una de las casas de ópera más grandes del mundo.