Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

 

La escritora y poeta argentina Alejandra Pizarnik estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. En 1955 publicó su primer libro de poemas: La tierra más ajena. En 1964 publicó otras siete obras con poemas, escritos y relatos surrealistas.

Estos son algunos poemas de Pizarnik

Días contra el ensueño

No querer blancos rodando

en planta movible.

No querer voces robando

semillosas arqueada aéreas.

No querer vivir mil oxígenos

nimias cruzadas al cielo.

No querer trasladar mi curva

sin encerar la hoja actual.

No querer vencer al imán

la alpargata se deshilacha.

No querer tocar abstractos

llegar a mi último pelo marrón.

No querer vencer colas blandas

los árboles sitúan las hojas.

No querer traer sin caos

portátiles vocablos.

 

El miedo

En el eco de mis muertes

aún hay miedo.

¿Sabes tú del miedo?

Sé del miedo cuando digo mi nombre.

Es el miedo,

el miedo con sombrero negro

escondiendo ratas en mi sangre,

o el miedo con labio muertos

bebiendo mis deseos.

Sí. En el eco de mis muertes

aún hay miedo.

 

La palabra que sana

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.

 

La última inocencia

Partir

en cuerpo y alma

partir.

Partir

deshacerse de las miradas

piedras opresoras

que duermen en la garganta.

He de partir

no más inercia bajo el sol

no más sangre anonadada

no más formar fila para morir.

He de partir

Pero arremete, ¡viajera!

 

Madrugada

Desnudo soñando una noche solar.

He yacido días animales.

El viento y la lluvia me borraron

como a un fuego, como a un poema

escrito en un muro.

 

Despedida

Mata su luz un fuego abandonado.

Sube su canto un pájaro enamorado.

Tantas criaturas ávidas en mi silencio

y esta pequeña lluvia que me acompaña.

 

La carencia

Yo no sé de pájaros,

no conozco la historia del fuego.

Pero creo que mi soledad debería tener alas.

 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar