Una buena comunicación con tu hij@ es la clave para tener una buena relación, sana y llena de afecto que te permita construir una complicidad única a través de los años. Si quieres que tu pequeñ@ te ponga atención y te cuente sus cosas, sigue estos consejos.
No permitas que sea víctima de tu estrés
Tu hij@ no entiende por qué estás estresada, agobiada o nerviosa, aunque sea difícil, evita gritarle, tu hij@ no tiene la culpa. O, aunque haya hecho algo que no te gustó, no descargues tu frustración en tu hij@ con gritos o amenazas.
Escúchalo con paciencia y amor
Si tu hij@ comparte contigo sus creencias, historias, sueños o fantasías, escucha con atención, Por más “importante” que sea la actividad que estés haciendo, déjala y pon atención. Ponte a su nivel y dedícale ese momento, esto creará un vínculo fuerte de confianza, cariño y comprensión.
Lean antes de dormir
Este momento es muy preciado por tu hij@ porque te tiene cerca y tiene toda tu atención. Además, le creas el hábito de leer y así ayudarás a que tenga un mejor descanso.
Pon un buen ejemplo
Lo que haces es más poderoso que tus palabras. Tu hij@ te imita gracias a lo que observa de ti, piensa que eres un ejemplo digno de seguir, así que ponlo en tu mente y sé la mejor versión de ti. Todo lo que tu hij@ haga lo aprende de tu ejemplo.
Respeta sus puntos de vista
Es muy importante que guíes a tu hij@ sin que trates de imponerle tu forma de pensar. No le digas que lo que piensa es malo, juntos busquen una mejor forma de resolver algo.
Recuerda que tu mala actitud genera inseguridad en tu hij@, si le gritas o pegas, o eres incongruente, dejará de sentir respeto por ti.