Carmen Herrera es una una pintora y escultora cubana, afincada en Estados Unidos desde mediados de los años cincuenta.
En un momento en el que el mundo del arte idolatra la juventud, encarna un éxito diferente. Alabada por la crítica como pionera de la abstracción geométrica y el modernismo latinoamericano, vendió su primera obra a los 89 años, tras más de seis décadas de tenaz carrera en solitario y exposiciones esporádicas. Hoy, sus pinturas forman parte de las colecciones permanentes de instituciones como el MoMA de Nueva York, la Tate Modern de Londres, o el Perez Art Museum de Miami. Sus grandes mentores han sido Tony Bechara (Museo del Barrio) y Frederic Séve (Latin Collector).
La artista tiene 105 años. La reproducción de su obra “Untitled” (1952), parte de la colección del MoMa, está destinada a ayudar a estudiantes en riesgo de exclusión en el M.S. 244 en el Bronx de Nueva York.
Sus obras tienen una precisión casi espiritual y recuerda la pintura de Barnett Newman. Su estilo es hard edge y sus pinturas forman parte del movimiento minimalista geométrico.