“Fue llamada Phillips, porque así se llamaba el barco que la trajo, y Wheatley, que era el nombre del mercader que la compró. Había nacido en Senegal. En Boston, los negreros la pusieron en venta:

-¡Tiene siete años! ¡Será una buena yegua!

Fue palpada, desnuda, por muchas manos.

A los trece años, ya escribía poemas en una lengua que no era la suya. Nadie creía que ella fuera la autora. A los veinte años, Phillips fue interrogada por un tribunal de dieciocho ilustrados caballeros con toga y peluca.

Tuvo que recitar textos de Virgilio y Milton y algunos pasajes de la Biblia, y también tuvo que jurar que los poemas que había escrito no eran plagiados. Desde una silla, rindió su largo examen, hasta que el tribunal la aceptó: era mujer, era negra, era esclava, pero era poeta.”

Phillis Wheatley (1753-1784), fue la primera escritora afroamericana en publicar un libro en los Estados Unidos. La publicación en Londres de sus Poemas sobre diversos temas, religiosos y morales en 1773 le dio fama tanto en Inglaterra como en las colonias americanas.

Phillis fue emancipada (puesta en libertad) por los Wheatley poco después de la publicación de su libro. Sin embargo, ambos Wheatley murieron pronto y Phillis se vio sumida en la pobreza. Un matrimonio no ayudó a eliminar eso. A pesar de su fama anterior, murió en la pobreza y la oscuridad a la edad de 31 años.