Las manos son en definitiva nuestra carta de presentación, y debemos cuidar los más mínimos detalles, una de las cosas más importantes es tenerlas siempre suaves y cuidadas para evitar asperezas, manchas y arrugas.
Para ello he aquí unos consejos ya que hay productos de uso diario que te maltratan mucho las manos como lo son el uso de jabones o productos químicos.
Empecemos por hacer un exfoliante: vas a mezclar tres cucharadas de miel en un recipiente pequeño y le pondrás el jugo de un limón y una cucharada de azúcar.
Deberás de meter las manos en esta mezcla y hacer el mismo movimiento que hacemos al lavarnos las manos, esto hará que el azúcar vaya removiendo las impurezas de nuestra piel y a su vez el limón hará una limpieza profunda, es muy importante que no lo hagas bajo los rayos del sol ya que el sol podrá mancharte la piel con este producto.
Con unos diez minutos que estés haciendo esto bastara para exfoliar la piel de tus manos, lo siguiente es lavar tus manos y quitar todo el producto de ellas y después secarlas.
De esta manera tendrás unas manos exfoliadas y limpias y están listas para la siguiente fase que es obtener unas manos suaves. Es recomendable hacer la exfoliación una vez al mes por lo menos.
El siguiente paso será de hidratación.
Para hidratar tus manos puedes usar glicerina, pasta de cacao o alguna otra crema que contenga aceite de almendras o cacao, en definitiva, que sea muy grasosa pero que a su vez se absorba rápidamente.
Posiblemente las primeras veces te pondrás la crema y se absorberá al poco tiempo, trata de masajear tus manos hasta que ya no las sientas con producto y repite la operación, esto deberás realizarlo todos los días.