Feng Shui en chino significa “viento y agua” y es una filosofía ancestral cuyo objetivo es rodearnos de energías positivas a través de la creación de espacios armónicos. Para lograr este equilibrio tenemos que seguir ciertas recomendaciones.
El Feng shui nos habla de aprovechar y favorecer el flujo de la energía universal que llaman “Chi” en todos los lugares en los que pasamos gran parte de nuestra vida como lo es la casa, el trabajo, un negocio y hasta el barrio en el que vivimos.
Para lograr esta energía positiva que está llena de vida y nos permite disfrutar de las buenas vibras del universo y que a la vez fluyan en los espacios en los que estás más tiempo, hay tres cosas que nos enseña el Feng Shui debemos evitar:
Acumulación de objetos
Cuando tenemos muchos objetos ropa o muebles acumulados, la energía se estanca, no fluye y se convierte en malas energías. Los lugares desordenados pueden influir en una vida desequilibrada. Organiza los espacios, deshazte de lo que no usas y permite que la energía fluya.
Plantas y flores muertas
Las plantas y flores siempre favorecen la buena energía o Chi en cualquier espacio, siempre y cuando estén bien cuidadas. Cuando están marchitas representan muerte por lo que no atraen buena vibra y pueden llegar a afectar la salud. Las flores artificiales tampoco son recomendables dentro de la casa ya que es energía muerta por lo que si tienes flores o plantas artificiales solamente las uses en un patio o jardín para dar color.
Arregla los desperfectos
Si se funde una bombilla de luz, cámbiala. Si se acaba la pila de un reloj, reponla por una nueva. Si se rompe un espejo, un marco, una silla, o se descompone un aparato eléctrico, trata de repararlos o tíralos. Todos estos objetos en mal estado hacen que la energía deje de fluir y ocasiona que las personas en esos espacios estén desequilibradas, enojadas y sin energía; Depura tu casa, renueva la energía positiva.