¿Por qué coleccionar muñecas? La gente colecciona muñecas por muchas razones. Algunos los coleccionan por sus buenos recuerdos de la niñez, otros por todo el arte que implica hacerlas, otros por que tienen valor histórico y otros por su valor de reventa.

La singular mano de obra y el arte que se utilizan en la fabricación de algunas muñecas pueden atraer a un coleccionista. Puede ser la fina porcelana de la cara de la muñeca, los ojos cristalinos que parecen reales, el cabello, la ropa o los accesorios históricos, o simplemente la expresión hermosa en la cara de la muñeca. Una muñeca bien hecha es una obra de arte, y algunas muñecas coleccionables son simplemente únicas.

Otros coleccionistas se sienten atraídos por un nombre de empresa o fabricante en particular, como Mattel o American Girl. Para muchos coleccionistas, una línea particular de muñecas puede ser muy atractiva, como una muñeca de moda en particular o una serie de muñecas históricas que representan varias culturas o períodos de la historia.

A veces, el origen, la etnia o el significado histórico de la muñeca es lo que atrae a un coleccionista. Las muñecas japonesas tradicionales vestidas con kimonos, las africanas envueltas en coloridos tejidos kente o las muñecas de trapo anticuadas pueden atraer a las personas interesadas en otras culturas, países o períodos históricos particulares.

Tradicionalmente, todos los años Mattel produce varias Barbies de colección dedicadas a mujeres o personajes de películas famosas, por ejemplo, y muchas son las personas que disfrutan coleccionar estas muñecas.

Algunos coleccionistas ven las muñecas como una inversión. Al igual que con cualquier colección, una colección de muñecas puede ser una protección contra la inflación. Muchas muñecas populares, como Barbie, han aumentado de valor a lo largo de los años, y ciertas ediciones de una muñeca en particular pueden venderse por cantidades considerables de dinero. Las muñecas antiguas también se han convertido en objetos de colección. Las muñecas bisque del siglo XIX fabricadas por fabricantes franceses como Bru y Jumeau tienen un valor de casi 22.000 dólares en la actualidad. Si tienes la suerte de tener una de estas muñecas coleccionables heredadas de tu familia, podrías estar en camino de comenzar una valiosa colección.