
Muchas empresas o lugares de trabajo buscan planes de acción y capacitación para sus empleados y para lograr un mejor ambiente laboral, pero en ocasiones hay personas que no aprovechan lo que su lugar de trabajo les ofrece y su comportamiento o actitud no es nada positiva.
Estas son algunas de las razones por las que te pueden despedir de tu trabajo:
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Mal comportamiento. Poca disposición para conciliar, desinterés o deseos de confrontación pueden ser altamente negativos para el resto de tu equipo de trabajo. Cuando un colaborador muestra desinterés por las actividades que realiza, falta constantemente, no sigue el reglamento de la empresa, la mejor decisión que se puede tomar (después de intentar buscar una solución y no obtener resultados) es pedir su baja definitiva; ya que perjudica las actividades del equipo y del lugar de trabajo.
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Baja productividad. Una persona que retrasa el trabajo, lo entrega tarde y no entrega buenos resultados, es una persona que tiene baja productividad y que probablemente será despedido.
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Quejas constantes. Una persona que se la pasa quejándose con sus compañeros y no está de acuerdo con los reglamentos, generalmente es un mal elemento para un equipo de trabajo.
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Quejas de clientes o compañeros. Cuando un cliente o un compañero de trabajo se queja en varias ocasiones por el mal servicio o actitudes negativas hacia ellos, la empresa generalmente va a tomar la decisión de despedir al empleado que causa esos problemas.
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Incitar negativamente a otros compañeros. Cuando un trabajador incita a otros compañeros a sabotear el trabajo, habla mal de la empresa y pone en riesgo el buen ambiente y la productividad, son considerados malos elementos porque lo que menos hacen es trabajar.
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Realizar otras actividades en horario de trabajo. Un trabajador que en lugar de realizar sus tareas ocupa el tiempo laboral para asuntos personales o navegar por internet con fines recreativos, es una persona que puede perder su empleo.
