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En Japón se celebra el Festival de las Estrellas, llamado Tanabata. Es una una fiesta que tiene origen en una leyenda china del amor de dos estrellas, Vega y Altair.


La leyenda cuenta que l
a princesa Orihime (Vega), era hija del Rey de los Cielos, Tenkou. Su trabajo era tejer los vestidos de los dioses. Tejía muy bien, y le gustaba tanto su trabajo que se pasaba todo el día trabajando.
U
n día la princesa se enamoró de un joven pastor de bueyes, llamado Hikoboshi (Altair). A él también le gustaba mucho su trabajo, y casi nunca descansaba.
El Rey de los Cielos les permitió casarse, sin embargo los dos enamorados pasaban los días juntos y empezaron a trabajar menos cada día, hasta que llegó un día en que dejaron de trabajar. En el Cielo ya no había ropas ni comidas para los dioses.
El Rey de los Cielos
se enojó muchísimo y separó a los dos amantes, diciendo que cada uno tenía que estar en una orilla distinta del Amanogawa (Vía Láctea), y si trabajaban bien, podían verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes.

La primera vez que intentaron verse, no pudieron cruzar el río que los separaba. La princesa comenzó a llorar y una bandada de aves la ayudaron formando un puente para que pudiera cruzar. Ellas prometieron regresar cada año, siempre y cuando no lloviera. Cuando llueve, los amantes tienen que esperar hasta el próximo año para verse.
Es por eso que los japoneses, empezaron a escribir en tiras de papel de colores llamadas Tanzaku los deseos de cada uno con la esperanza de que se cumplan durante el año, colgándolos en las ramas de las cañas de árboles de bambú. Y a la noche, cuando los amantes se encuentran, esos bambú se queman junto con tus deseos, para que llegue a las estrellas enamoradas y los cumplan.

La fiesta del Tanabata se celebra en algunos lugares el 7 de julio y en otros el 7 de agosto.

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