El masaje es sin duda una de las terapias más reconfortantes para nuestro cuerpo. Nos provee de muchos beneficios.
La mayoría de los masajes fueron compartidos de Oriente a Occidente debido a que se descubrió que son muy efectivos, ya que en el mejor de los casos, no solo actúan en el cuerpo físico, sino que también lo hacen en nuestra parte mental, emocional y espiritual.
A través del masaje se puede tratar el cansancio, el estrés, los dolores musculares, las contracturas, la depresión, la concentración, la ira, el rencor, la conexión con tu yo interior y otras diversas afecciones.
De inicio, el masaje actúa de forma preventiva, liberando tensiones por su gran efecto terapéutico, estimula al organismo a desintoxicarse y empezar un buen funcionamiento.
Como terapia complementaria, si ya padeces de alguna enfermedad o afección crónica diagnosticada por tu medico, el masaje ayuda a asimilar mejor el tratamiento.
Y como paliativa, es muy recomendable para aquellas personas que sufren de alguna enfermedad progresiva o terminal, porque los proveen de una mejor calidad de vida en el proceso.
Hay una gran variedad de masajes y cada uno de ellos trabaja diferentes aspectos del cuerpo. Por nombrar algunos están:
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SHIATSU se realiza en todo el cuerpo, aplicando principalmente digitopuntura en las zonas afectadas, liberando tensión y dolor.
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REFLEXOLOGIA está centrada principalmente en las plantas de los pies, ya que al aplicarles presión donde se encuentran las terminales de cada uno de nuestros órganos, se busca el equilibrio para su buen funcionamiento.
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REIKI se aplica con las palmas de las manos que se alinean con la energía del universo, actúa no solo en la parte física, sino que también profundiza con nuestra parte emocional y espiritual.
Lo más recomendable, es someterte a una terapia por semana para disfrutar de los resultados. En el caso de alguna enfermedad o padecimiento físico, se debe consultar al médico antes de comenzar cualquier tipo de terapia alternativa.