La intolerancia a la lactosa es una enfermedad ocasionada por la incapacidad de digerir lactosa, un azúcar encontrado en la leche. La intolerancia a la lactosa se ha convertido en una enfermedad más común de lo que pensamos. Es habitual que en nuestro entorno escuchemos quejas sobre los problemas de salud que ocasiona, que, si bien no es una enfermedad grave, sus síntomas son bastante molestos. Pero, ¿de qué trata esta enfermedad?.
La intolerancia a la lactosa es la imposibilidad de absorber la lactosa -el azúcar más abundante de la leche- en el tubo digestivo. Si la lactosa no se absorbe adecuadamente, fermenta y da lugar a dolor y distensión abdominal, y a diarrea.
¿Quién está en peligro de sufrir intolerancia a la lactosa?
Hay adultos que absorben adecuadamente la lactosa. Sin embargo, la mayor parte de la población mundial sufre intolerancia a la lactosa en grado variable.
Las personas que han sido sometidas a una intervención quirúrgica importante en el estómago o intestino, o que padecen enfermedad celíaca, sufren con frecuencia intolerancia a la lactosa, si no se corrige el trastorno subyacente.
Muchas personas sufren transitoriamente intolerancia a la lactosa cuando han tenido una diarrea. La causa es que la enfermedad responsable de la diarrea daña levemente el revestimiento del intestino delgado, que ve disminuida su producción de lactasa.
¿Cómo se diagnostica la intolerancia a la lactosa?
El método "casero" consiste en suprimir de la alimentación los productos que contengan lactosa durante un par de días, para ingerir a continuación 2 ó 3 vasos de leche. Si antes de transcurrida media hora, tiene dolor de estómago o diarrea, padece intolerancia a la lactosa.
¿Cómo se trata la intolerancia a la lactosa?
Depende de la intensidad de los síntomas. Las personas con síntomas leves pueden encontrarse bien, tan sólo reduciendo la cantidad de productos lácteos en su alimentación.
Aquéllos con síntomas intensos deben seguir una dieta estrictamente libre de lactosa. Lo mejor es consultar con un nutriólogo. Su médico de cabecera le pondrá en contacto con él.
Los síntomas de intolerancia a la lactosa son de intensidad muy variable. Algunos enfermos pueden tolerar la cantidad de leche que se suele añadir al café, mientras que otros presentan diarrea tras ingerir cantidades mínimas de lactosa. Algunos toleran el yogurt, pero no otros derivados lácteos.
La intolerancia a la lactosa es un trastorno prácticamente inocuo, es decir, inofensivo. Si usted la padece, y por cualquier motivo no puede seguir una dieta libre de lactosa, no corre ningún riesgo, ni va a sufrir secuelas de ningún tipo. Sin embargo, es probable que los síntomas reaparezcan.
Información de: Dr. Torben Nathan, especialista en Medicina Interna; Dr. Ove Schaffalitzky de Muckadell, especialista en Gastroenterología; Dr. Alan Ogilvie, especialista en Gastroenterología.

