La tranquila Copenhague es la capital y ciudad más poblada de Dinamarca cuyos orígenes se remontan al siglo X cuando se fundó como un pueblo de pescadores vikingo. Actualmente es una hermosa ciudad en la que uno puede perderse en sus calles y disfrutar de playas, lagos, museos, gastronomía y toda la cultura que la ciudad ofrece.

La mejor manera de disfrutar Copenhague es caminando o en bicicleta y de esta manera recorrer el centro de la capital danesa y atravesar la Plaza del Ayuntamiento para caminar por la calle peatonal y comercial Stroget y llegar hasta la monumental plaza de Kongens Nytorv, que sirve como acceso al pequeño muelle de Nyhavn, sus fachadas de colores y sus cafés a la orilla del canal, que se han convertido en la imagen por excelencia de la ciudad.

Se puede dar un paseo por palacios como Amalienborg y la clásica visita a la Sirenita que recibe a quienes llegan a la capital de Dinamarca por barco. Esta escultura de una sirena de bronce fue realizada por el escultor danés Edvard Eriksen, se encuentra en el paseo de la costa Langelinie, en la bahía del Puerto de Copenhague, que desemboca al mar Báltico sobre unas rocas que se adentran en el mar. En la actualidad es el símbolo más prominente de la ciudad.

Los alrededores de Copenhague ofrece también la visita a Castillos como Hillerod o Helsingor (el castillo del príncipe de Hamlet), parques como el de Klampenborg, restos vikingos como en Roskilde e incluso playas para disfrutar del sol.

Es también una ciudad con una excelente vida nocturna por lo que la hace la principal ciudad danesa un destino fantástico para quien también esté buscando diversión en sus variados pubs y discotecas.

En cuanto a la gastronomía El desayuno es la comida más importante y copiosa de los daneses, comprende quesos, embutidos, cereales, etc. Dinamarca es un país con una importante cultura láctea, los yogures, los quesos y la leche son deliciosos. La fruta es excelente y se vende en la calle, directamente del productor, a un precio más económico que en los supermercados. En todas las esquinas hay kioscos de hamburguesas y hot-dogs y también locales que venden el famoso pitabrød, sandwich caliente, de carne de cordero en pan árabe.