¿Haciendo planes para volver a viajar? Hay países qué ya están abiertos. Sabemos que viajar es especialmente difícil en estos momentos. Pero hay lugares que se pueden visitar tomando en cuenta los últimos consejos y actualizaciones de viaje por COVID-19.

Un lugar maravilloso durante esta época es:

Suecia

Con la llegada del frío se antoja sumergirse de lleno en la magia de la Navidad. Por ello, un excelente lugar para quienes pueden aprovechar las vacaciones en diciembre es explorar Suecia. Se puede empezar por Estocolmo, donde se puede visitar el Gamla Stan, el barrio antiguo, repleto de luces de colores. Si la ciudad ya es bonita en cualquier época del año, uno se enamora cuando visita Skansen. Este es uno de los mercadillos de Navidad más impresionantes de Europa, ya que a los puestos de comida y bebida típicas se añaden otros de artesanos en plena acción.

En Skansen, el pasado y el presente, la imaginación y los hechos, los animales y la cultura, las tradiciones y las tendencias se encuentran. Allí se encuentran lo versátil y lo único, lo lúdico e instructivo, lo eterno y lo fugaz. El alma de Suecia en un museo viviente, en medio de Estocolmo. Animado, divertido y alegre para todas las generaciones, ocasiones y estados de ánimo. En Skansen: las historias cobran vida.

Pasear por las calles adoquinadas y angostas de Gamla Stan, con la nieve bajo tus pies y el frío en las mejillas mientras te dejas guiar por las luces de las decoraciones navideñas. Vayas donde vayas, seguro que acabas en alguna plaza con un Mercado de Navidad muy pintoresco, con el aroma de las castañas asadas flotando en el ambiente. Y uno de los más conocidos es el de Skansen que, más que un mercado, es una especie de museo al aire libre donde podrás ver a los artesanos en acción.

Y ¿por qué no aprovechar para descubrir otros rincones del país? Se puede visitar Sigtuna, la ciudad más antigua de Suecia. Otra idea es llegar hasta Gotland y contemplar la ciudad amurallada de Visby. Si el presupuesto no es problema para el visitante, se puede alojar en un hotel de hielo. Para acabar este épico viaje en diciembre se puede intentar ver a las maravillosas auroras boreales en el Parque Nacional de Abisko.