
La alimentación es un factor fundamental para el desarrollo y crecimiento de todos los niños, más aún, por medio de una buena alimentación puede ayudarles a mejorar su calidad de vida, sobre todo a los niños con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Según los expertos, un niño con TDAH tiene problemas de atención, energía incontrolable, impulsividad, irritación del sistema nervioso, ansiedad, estrés, y todos ellos afectan sus relaciones y su capacidad de aprendizaje en la escuela.
Por estas razones es fundamental conocer el tipo de nutrientes necesarios para su dieta, los que se deben moderar, la manera de ofrecerles un menú variado y equilibrado y establecer un horario de comidas.
Controlar el azúcar
El azúcar aumenta la hiperactividad en los niños, sobre todo en aquellos con TDAH porque genera una rápida elevación de adrenalina. Se deben moderar o evitar el consumo de refrescos, jugos no naturales, pasteles, dulces, galletas y panes.
Moderar las bebidas
Evitar las bebidas con cafeína, teína y el chocolate ya que estimulan el sistema nervioso y pueden llegar a irritarlo.
¿Qué podemos ofrecerles?
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Una alternativa al azúcar es la miel de abeja natural para endulzar de manera nutritiva las bebidas y los alimentos.
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Enseñarle a beber agua simple, jugos naturales y leche.
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Prepararle alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 que se encuentran en el atún, salmón, sardinas, calabazas o nueces y son excelentes para el cerebro.
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Ofrecerle alimentos que ayuden a reducir la ansiedad o nerviosismo como los frutos secos, cítricos, las verduras y la soya.
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Darle alimentos ricos en zinc y vitamina B6 necesarios para sintetizar la serotonina como el higo, mariscos, paté, carnes rojas, pollo, cereales.
Es importante que los adultos en casa también consuman los mismos alimentos que el niño, ya que no se les puede obligar a que coman algo cuando sus padres no lo hacen. Todos deben ser partícipes del proceso.
