
Los niños de todas las edades pueden enfermarse de COVID-19. Pero la mayoría de los niños afectados generalmente no se enferman con tanta gravedad como los adultos, y algunos quizás no presenten ningún síntoma.
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales para Niños, en los Estados Unidos los niños representan aproximadamente un 12% de todos los casos de la COVID-19. Algunos estudios de investigación sugieren que es menos probable que los niños menores de 10 años (otros estudios sugieren menores de 14 años) se infecten con el virus que causa el COVID-19, en comparación con las personas de 20 años y mayores. Los índices de hospitalización para niños son mucho más bajos que para los adultos. Pero si los niños son internados, es necesario que los traten en la unidad de cuidados intensivos con la misma frecuencia que los adultos hospitalizados, de acuerdo con investigaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Además, los niños con afecciones de fondo como obesidad, diabetes, y asma, están a un mayor riesgo de enfermarse de gravedad de COVID-19. Los niños que tienen una enfermedad cardíaca congénita, afecciones genéticas, o enfermedades que afectan el sistema nervioso o el metabolismo también están a más alto riesgo de enfermarse gravemente.
Síntomas de COVID-19 en niños
Mientras que los niños y los adultos presentan síntomas similares para el COVID-19, los síntomas en los niños tienden a ser más leves y parecerse a los del resfriado. La mayoría de los niños se recupera en una a dos semanas. Los posibles síntomas pueden incluir:
- fiebre
- congestión nasal o goteo de la nariz
- tos
- dolor de garganta
- falta de aire o dificultad para respirar
- fatiga
- dolor de cabeza
- dolores en los músculos
- náuseas o vómitos
- diarrea
- comer poco o falta de apetito
- nueva pérdida del sentido del gusto o del olfato
- dolor abdominal
- conjuntivitis
Si tu hijo tiene síntomas de COVID-19, llama a su pediatra. Mantén a tu hijo en casa y alejado de otros en cuanto sea posible, excepto para recibir atención médica. Si es posible, haz que tu hijo use un dormitorio y un baño separados de los que usan los otros miembros de la familia. Sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tu gobierno en cuanto a las medidas para cuarentena y aislamiento según sea adecuado.
