Según un estudio de la Universidad de Oregon en Estados Unidos, las personas que prefieren a los peces como mascota tienen una personalidad optimista, un espíritu más libre y admiran la naturaleza. ¿Te identificas con estas cualidades?
Probablemente ya tengas un pez como mascota o estés pensando en tener uno, generalmente al elegir un animal de compañía optamos por aquél que va mejor con nuestro estilo de vida y nuestra personalidad.
Y es que hay muchas buenas razones para tener un pez en casa:
- Son silenciosos.
- Observarlos da tranquilidad además de que puedes experimentar una reducción en tus niveles de presión arterial y frecuencia cardiaca.
- Solo ensucian su pecera.
- Son inofensivos.
- Puedes tener una pecera con un beta y es económico.
- Son independientes.
- Puedes salir de viaje y ponerles un calcio especial que se va desintegrando poco a poco para que tenga alimento.
- Es la mascota ideal para espacios pequeños.
- Contemplarlos ayuda a reducir la ansiedad y el estrés.
- Como cualquier otra mascota, un pez también nos hace compañía.
- Cuidarlo y aprender de él puede convertirse en un hobby reconfortante.
Si ya tienes peces, o piensas tener uno, puede hacerles la vida más fácil proporcionándoles un entorno lo más parecido posible a su hábitat natural con el fin de que viva lo más feliz posible.
Como con cualquier otra mascota que se decida tener, los peces también serán nuestra responsabilidad y requieren cuidados. A simple vista parecería muy sencillo optar por tener un pez, pero es importante saber que también son animales complejos, y cuidarlos adecuadamente requiere mucho más conocimiento, supervisión, equipo y paciencia de lo que la mayoría de la gente cree.
Así es que, sea cual sea el tipo de pez que escojas para tener en tu casa, deberás tener presentes los cuidados que necesita esa especie, especialmente en cuanto a espacio, alimentación, agua y luz.