Estamos tan acostumbrados en el mundo occidental a tener mascotas como perros y gatos, a ver perros de asistencia para personas con discapacidad o para apoyar en seguridad o la búsqueda de personas que es muy extraño escuchar que no están permitidos en algunas religiones.

Hoy en día, los perros domesticados son mascotas queridas por algunos, pero los textos judíos tradicionales se sentían incómodos con estos animales.

La tradición judía no prohíbe expresamente la tenencia de perros como mascotas, pero las fuentes bíblicas y rabínicas incluyen numerosas referencias que asocian a los perros con violencia e impureza y desaprueban la práctica de tenerlos en casa.

Existen referencias a los perros en los textos religiosos que hablan tanto positiva como negativamente de ellos.

Entre las autoridades judías religiosas, el rabino Jacob Emden, una autoridad alemana del siglo XVIII permitía perros por razones económicas o de seguridad. Sin embargo, tener un perro simplemente por placer es "precisamente el comportamiento de los incircuncisos", dijo. Sin embargo, esto se considera una opinión minoritaria. La mayoría de las autoridades judías contemporáneas sostienen que no hay prohibiciones de tener perros siempre que no representen una amenaza para las personas o la propiedad.

Aún así, hay muchos judíos ortodoxos hoy en día que no tienen perros como mascota por considerarlos peligrosos ya que pueden morder, ladrar repentinamente a mujeres embarazadas y provocar abortos espontáneos, según sus creencias.

Por otro lado, es poco común para los musulmanes tener perros como mascotas. El islam prohíbe a los musulmanes tener perros, y el castigo por ello es que el que lo hace pierde sus buenas acciones cada día, excepto en el caso de tener perros para cazar, cuidar el ganado y cuidar los cultivos. Estas reglas están indicadas en sus textos religiosos.

Según sus creencias, el islam no odia a los perros, ni a los cerdos ni a ningún otro animal. Todos los animales son creaciones de Allah y son útiles, pero según la tradición del profeta Mahoma, la saliva de un perro es impura. Por lo tanto, si un perro te lame o entras en contacto con la saliva de un perro de alguna manera, debes lavarte. Debido a que tienen que orar cinco veces al día, cualquier cosa impura que los toque debe ser lavada.