
Las mujeres atravesamos por diferentes cambios en cada una de las etapas de nuestra vida y en el tema de nuestra sexualidad sucede lo mismo.
A medida que transcurre el tiempo vamos viviendo diferentes cambios sexuales que pueden ser físicos, biológicos, químicos, emocionales y psicológicos.
Cada mujer somos diferente en cuanto a circunstancias, situaciones y posibilidades por lo que puede ser que algunas vivan estos cambios con mayor intensidad que otras. Y no importa si estás soltera, casada, divorciada o en pareja, los especialistas coinciden en que hay ciertos patrones en las etapas que como mujer vas encontrando en tu camino.
Antes de los 25 años: Es la etapa en que te descubres, comienza la menstruación y las hormonas hacen que sucedan muchos cambios, entre estos cambios sucede que el deseo sexual aumenta. Al ser una etapa de muchos cambios, una se puede llegar a sentir insegura y con desconfianza por eso es importante en esta etapa investigar y aprender para ser conscientes de la salud sexual ya que esto te ofrece la posibilidad de sentirte con más confianza y segura.
De los 25 a los 35 años: Es la etapa en que te reconoces como mujer adulta, ya no tienes el problema de las hormonas porque en esta etapa comienzan a estabilizarse. Estás en la etapa de mayor fertilidad y el deseo sexual es igual de fuerte que en la etapa anterior. Tus relaciones sentimentales pueden ser más estables y al mismo tiempo las relaciones sexuales son más placenteras porque ya te conoces mejor y conoces tu cuerpo.
De los 35 a los 45: Es la etapa en que te liberas de lo convencional, ya tienes seguridad en ti misma y confianza, conoces tu cuerpo y estás más dispuesta a experimentar, también sucede que puedes tener un mayor número de fantasías sexuales que conllevan a un incremento del deseo por lo que en esta etapa disfrutas a plenitud tus relaciones sexuales.
Después de los 45: Esta es la etapa en que te sientes plena porque tienes desarrollada una madurez emocional completa, eres más fuerte e independiente. En esta etapa también se dan muchos cambios físicos y psicológicos ya que las hormonas tienden a disminuir. Iniciamos con la pre menopausia y posteriormente se da la menopausia, y aunque existen muchos cambios en nosotras debido a ella, no es impedimento para tener una vida sexual activa. Una vida sexual satisfactoria supone un beneficio para la salud física y psicológica en esta etapa y en las anteriores.
