
La afición al juego, como cualquier otro hobby, se convierte en adicción cuando domina nuestra vida y sobre todo cuando nos negamos a aceptar que tiene consecuencias sobre nuestro comportamiento y nuestro alrededor. Aprender a detectar el problema es clave para poder tratarlo.
Al principio es solo un juego. Se inicia de pequeños, como algo inocente que todos los niños hacen. Todos los niños juegan, todos los niños tienen que jugar. Luego, de adolescente, se sigue jugando. Pasas de las canicas o las muñecas, el fútbol y las cartas a los videojuegos. Y cada vez le dedicas más horas, descuidando incluso los estudios.
En la universidad aparecen los juegos online y la anonimidad de la red para seguir jugando. Y con cada juego que se gana, otro juego que empieza. Y poco a poco se pasan más horas delante de una computadora que en la calle.
De adulto el juego sigue dominando tu vida. Cuando se Juega en cualquier sitio y a todas horas: en el celular, probablemente en la oficina, en casa mientras cenas, y lo primero que haces cuando te levantas es ver los resultados de tus últimas partidas.
Uno no se da cuenta pero el juego domina la vida del adicto. las rutinas y los hábitos. Controla tu tiempo libre y tus relaciones, hasta el punto de que puede llegar a dañar tus relaciones porque ya se es adicto al juego.
El juego, al igual que cualquier otro vicio, hace adictas a las personas y ésta se convierte en su vida. Da igual que sea el juego, las drogas, la tecnología o el sexo, y da igual la frecuencia con que se produzca: lo importante es el efecto y las consecuencias que tiene este hábito sobre la vida.
Los expertos afirman que hay gente que se refugia en estas aficiones de manera enfermiza, convirtiéndolas en una adicción. El problema, es saber dónde está el límite entre la normalidad y la enfermedad.
Cuando la adicción es ya una enfermedad, es necesario buscar ayuda porque es la adicción la que controla la vida de la persona y no al revés. Negarlo solamente agrava el problema y la voluntad no siempre es suficiente por lo que se necesita tratar el problema con un profesional.
