Además de ser muy divertido, montar a caballo puede ser una experiencia gratificante que te permitirá descubrir al amante de los caballos que llevas dentro. Hay una fabulosa sensación de aventura que trae a la mente una sensación de libertad.

Cuando decides dedicarte a montar a caballo como pasatiempo, también disfrutas de muchos otros beneficios.

Tu percepción de la naturaleza mejora en gran medida.

Es un gran ejercicio que tonifica el cuerpo.

Te ayuda a reducir el estrés y estar más tranquilo.

Es un excelente generador de confianza y te hace más disciplinado.

Que el animal esté bajo nuestro control ayuda a una mejora en la capacidad de atención e inculca sentimientos como el respeto y la responsabilidad.

Pasar tiempo con un caballo y por lo tanto con la naturaleza puede ser una experiencia agradable. Los caballos son conocidos por su inteligencia y lealtad. Debes, en todo momento, mostrar bondad hacia el caballo y asegurarte de no perder los estribos ni irritarte. Aprender a montar a caballo no es difícil ni caro. No es necesario tener un caballo para aprender a montarlo ya que puedes alquilar tanto el caballo como los accesorios necesarios para montar.

Montar a caballo es un pasatiempo agradable para todos, pero requiere no sólo esfuerzo físico, sino también mental. Se puede empezar a montar a cualquier edad. La hípica no responde a edades, basta con subirse a un caballo y comenzar.

Esta actividad es más que un pasatiempo, nos permite disfrutar de un compañero fantástico y, además, lo relacionamos con vacaciones o momentos de ocio. Y si este paseo se realiza por la sierra, un bosque o a orillas del mar, el momento tiene un encanto añadido.

Los paseos a caballo pueden ser algo más importante por el papel que desempeñan en la rehabilitación de personas con discapacidad física o psíquica, lo que se denomina equinoterapia, en su aplicación más conocida, o también para ponerse en forma, por los beneficios que aporta para el cuerpo y la mente.